Los que han tenido la ocasión de pasear por las calles de Roma habrán notado la enorme cantidad de pájaros, a veces exagerada añadiría, que vuelan por el cielo romano, especialmente en la zona cercana al río Tiber, donde grandes bandadas vuelan coordinadas creando formas imposibles y amenazando a coches y peatones. Sin embargo, lo que muchos turistas no ven (y algún que otro romano tampoco) son la multitud de aves exóticas que han colonizado los parques de la ciudad eterna.
La más conocida y abundante son las cotorras monje, unos simpáticos loritos de color verde, gris y azul de unos 30 centímetros y que se camuflan entre los árboles de las villas y parques romanos. Las cotorras monje parecen haberse adaptado perfectamente al hábitat y se han convertido en romanos de pura cepa.
Si viajas a la capital italiana no dejes escapar la oportunidad de visitar alguno de sus parques, como Villa Borghese o el Celio a los pies del Coliseo. Una vez allí alza los ojos y no te pierdas esta exótica estampa que son las cotorras monje en un entorno como la ciudad de Roma.
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